El Viaje de Carlota, la Capibara Voladora*

 **El Viaje de Carlota, la Capibara Voladora**  


En el corazón de un bosque vibrante, donde los árboles susurraban secretos al viento, vivía **Carlota**, una capibara alegre y soñadora. Su casa no era como las demás: estaba hecha **enteramente de globos de colores**, atados con cuerdas resistentes a una gran roca junto al río. Cada mañana, Carlota se despertaba con el sonido de los pájaros y el sol acariciando su lomo, pero algo en ella anhelaba **ver el mundo más allá del bosque**.  


Un día, mientras jugueteaba cerca de su casa, encontró un **globo de helio** brillante, perdido entre los arbustos. Sin pensarlo dos veces, lo ató con cuidado a un pequeño arnés que llevaba puesto. Pero ¡oh, sorpresa! El globo tiró de ella con fuerza, y antes de que pudiera reaccionar… **¡Carlota comenzó a elevarse por los aires!**  


—¡Wuuuuuuuu! —gritó, mitad asustada, mitad emocionada, mientras el bosque se volvía cada vez más pequeño bajo sus patitas.  


### **El Mundo Desde el Cielo**  

Flotando suavemente, Carlota vio cosas que jamás había imaginado:  


- **Las Cataratas Brillantes**, donde el agua caía en cascadas tan altas que parecían escaleras de diamantes.  

- **Los Campos Dorados**, extendiéndose como un océano de trigo mecido por el viento.  

- **La Ciudad de los Humanos**, con sus luces parpadeantes y autos que parecían hormigas veloces.  


En su viaje, conoció a **una bandada de pájaros viajeros**, que se rieron al ver una capibara volando, pero se convirtieron en sus guías. También vio **nubes con formas de animales** y hasta pasó cerca de un avión, cuyos pasajeros saludaron sorprendidos.  


### **El Regreso al Hogar**  

Cuando el sol comenzó a ponerse, Carlota sintió un poco de nostalgia por su casa de globos. Con ayuda del viento y un pájaro amigable que mordió suavemente el hilo del globo, **descendió lentamente hasta caer justo frente a su peculiar hogar**.  


—¡Qué aventura! —susurró, abrazando su casa de globos, que ahora le parecía aún más especial.  


Desde ese día, Carlota seguía disfrutando de la tranquilidad del bosque, pero con un **secreto en su corazón**: sabía que el mundo era enorme, lleno de maravillas, y que ella, la capibara voladora, había sido parte de él, aunque solo fuera por un día.  


**Fin.** 🌟🎈  


*¿Te gustaría que Carlota tenga otra aventura? ¡Quizás en el mar o bajo la tierra!* 😊

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